“Creo que Pichón de Bardo es lo que me está salvando, lo que me salvó en su momento de volver a tocar para salir a un escenario”, afirmó Maximiliano “Negro” Giménez en la segunda parte de la entrevista concedida a @3200Cultura en la emisión radial de los sábados, de 10 a 12, por Oíd Mortales Radio.

“Nunca dejé de tocar, nunca dejé de componer”, aclaró y confesó que “tenía un disco compuesto para para que lo hagamos con El Delirio que todavía está ahí. Al principio me costó muchísimo”, reconoció al volver a hablar sobre la disolución por el momento de El Delirio de la Parca.
“Empecé a ver la posibilidad de salir a tocar solo y es un embole tocar solo. No solo por el estar en el escenario sin músico que, por ahí tengo la suerte de tocar cuando voy a Concordia con Manolo, de poder armar un trío acá y poder salir a tocar acústicos”, recordó y marcó que eso no es lo que quería.

Entonces, “empecé a a cranear un poco cómo poder salir a tocar. En ese momento, me agarré la loca de que de querer tocar solo y empecé a grabar un disco todos los instrumentos: grabé los bajos, las guitarras, las voces y cuando empecé a hacer las baterías que iban a quedar en el disco me di cuenta que me iba a costar muchísimo más de lo que había pensado. Es un instrumento super difícil de hacerlo prolijamente en un disco tocando un que no es baterista”.
Nació “una nueva familia”
Ese fue el punto de inflexión. No hubo ni habrá solista, sino una banda que se formó por diferentes circunstancias. “De casualidad empecé a hablar con Mateo”, que es el baterista de Pichón de Bardo y era baterista de una banda que se desarmó, que también tocó durante 15 años y se llamaba “No somos nada”, que ha tocado en Concordia.
“´Bueno, yo estoy’, me dijo”, recordó el concordiense y amplió: “yo ya tenía las canciones, se las pasé y, a medida que fue transcurriendo el tiempo, empezó a aparecer el resto de los personajes. El staff es el mismo de El Delirio de la Parca: Lucas es el sonidista, Tavo como manager, el Chupe en el escenario y en el bajo está otro gran amigo de otra banda que también tocó durante 12, 15 años, que es Cuba, una banda de que también ha ido a Córdoba con nosotros y que hemos girado mucho”.

“Ahí ya empezó a tomar forma la cosa y en la guitarra, somos cuatro, entró un hermano que es Quique Sandoval, él es un fanático de El Delirio y tiene en la pierna el mismo tatuaje que tengo yo en el brazo. Yo lo conocí cuando tenía 15 años y hoy tiene 28. Todos esos años nos siguió en todo, fue un montón de lugares a vernos”, destacó y, en definitiva, “ahí se conformó lo que yo pensé que iba a ser muy difícil: una nueva familia que yo ya conociera, confiara, pudiera entregarle canciones”.
Armada la banda, comenzaron los ensayos “de una manera distinta” a como él estaba acostumbrado a trabajar. “Nos empezamos a juntar directamente a hacer las canciones nuevas y, a diferencia de armar una banda de cero, esto lo que tiene es que recibí el apoyo al toque de un montón de músicos y de bandas amigas que me empezaron a apoyar para llevar adelante el proyecto”.
En ese sentido, mencionó a los integrantes de La Chancha Muda cuyo baterista Diego Chiaradía “nos está dando una mano para que podamos tener una mejor calidad en el audio de la bata y va estar como gran doctor en el disco”.
El disco completo se presentará en Concordia
“Así se empezaron a acercar un montón de músicos, de productores, de amigos que me apoyaron en este proyecto y estamos en la etapa de grabación”, precisó y consideró que “viene todo muy a full, acelerado”.-

El Pichón ya está grande.
-Claro, se arrancó volando (risas) Estuve muy contento por eso porque la verdad se destrabó muy rápido, sobre todo esto de armar el equipo, que era lo que más me preocupaba o no sabía por dónde encararlo.
–¿Habrá fecha en Concordia, seguramente?
-Pero, por supuesto. De hecho, mi idea como siempre es la misma: vamos a presentar el disco y la primera ciudad es Concordia. Veremos dónde, cómo, de qué manera, pero nuestra intención es terminar de grabar y el 18 de octubre nos invitaron a tocar acá. Una banda que se llama Aturdidos, presenta su tercer disco y nos invitó a abrir la fecha de ellos en zona sur.
“Primer vuelo” en Capital Federal
Anticipó que esa ocasión la aprovecharán “para darle un primer vuelo al Pichón”, por lo que tocarán en zona sur, en Avellaneda. “Y el 14 de noviembre, voy a aprovechar para invitarlos y para anunciar por primera vez esto que todavía no salió en las redes ni en ningún lado: será nuestra primera fecha en Capital Federal”.
Ese segundo viernes de noviembre, “vamos a presentar la primera mitad de este disco que tiene 12 canciones, en formato de 12 rounds ya que transcurre a lo largo de una lucha personal donde hay 2 episodios y cada uno representa las canciones que están ahí en 3 minutos representando cada una las luchas, cada rounds”.

“Vamos a sacar los primeros seis y presentarlos este 14 de noviembre en Capital Federal para poder arrancar el año presentándolos en Concordia”, reveló a modo de primicia exclusiva para el programa que puede repasarse en nuestro canal de Youtube: @3200deportes
¿Por qué Pichón de Bardo?
“Es la primera vez que lo cuento porque es la primera nota desde que se terminó El Delirio”, dijo a modo de introducción que aumentó la expectativa: “el nombre tiene historia ya que en principio yo quería algo que me represente, que me relacione a la banda y buscando en el disco ‘Demociones’ yo lo tenía y lo terminé regalando”.
No obstante, de ese tercer disco de “El Delirio de la Parca”, Maxi dice que “adentro solo tenía un cassette de madera que se abría y tenían varias postales, una por canción y a mí me queda solo la de Pichón. No sé qué pasó con todas las otras. Tengo el disco, no tengo el pendrive, tengo la caja no más y Pichón”, reveló y contó que en una ocasión que compartió tiempo con el cantante y guitarrista de la banda “Sueño de Pescado” (Manu Rodríguez) se le abre el disco y “se cae la ficha de Pichón”.

Los dos la miraron y el concordiense dijo: “Sí, mira, Pichón’ y Manu me dice: ‘ese es el nombre entonces, de la banda’. De ahí arrancó la primera palabra”, hizo público y recordó que “Pichón me representaba por lo que implica la canción y por esto de que nace algo nuevo, de que sé que es algo chiquito, que hay que forjar, que más allá del pasado que tengamos tanto yo como los pibes de la banda, es algo nuevo”.
Si embargo, “como que no me terminaba de convencerme, era como que faltaba algo, como que no lo no lo terminaba de encontrar. Sí me gustaba el sentido de que nace para para volar y, en todo ese caos en el que estábamos haciendo todo al revés, de que estábamos empezando a grabar sin tener antes las canciones ensayadas, cosa que yo nunca había hecho, como que todo se volvía en el orden de lo caótico. Sí. En un bardo se volvía, se me desordenaba todo porque no era el procedimiento que yo seguí durante todos estos 20 años”.

“Entonces, de ahí nace esto del bardo, que no es un pichón que está haciendo bardo, sino un pichón que sale del mismo bardo”, redondeó y dijo que sale del “bardo de la Capital y el disco también tiene un poco de eso. Se va a llamar Luche y Vuelva. Y la primera parte es Luche, donde están los primeros seis rounds, donde empezamos a luchar para encontrar este Pichón en todo ese caos”.
En definitiva, comienza a escribirse una nueva página en la vida del músico concordiense. Paulatinamente irá tomando vuelo ese Pichón que llega con la certeza de que la música debe seguir sonando, como forma de expresar ideas, sentimientos y esa lucha interna que no es otra cosa que la que cada uno encara diariamente. Vuelva Maxi, vuela Pichón.





















