Esto decía el sentido mensaje: “Con profundo pesar y desazón informó a la comunidad periodística, artística, del rap y allegados, que por causas naturales ha fallecido mi gran y amado hermano Juan. Rogamos se extienda en su memoria una oración en honor a su legado periodístico, personal y emocional”.
Con 43 años no era solo periodista, sino que marcó un antes y un después en el periodismo. Fue muy reconocido por haber sido director de Rolling Stone Argentina, entre 2013 y 2018, referente de la escena del rap y del Freestyle.
En medio del dolor tras su partida, su amigo y colega de trabajo Pablo Plotkin le dedicó unas sentidas palabras de despedida: “Además de ser el gran narrador del rap de competición y su diáspora musical, Juan Ortelli fue un periodista extraordinario, apasionado como pocos y con un talento artesanal para la edición de revistas. Vino de la nada, sin contactos ni circuitos de pertenencia, y antes de los treinta llegó a dirigir la Rolling Stone”, relató sobre el recorrido profesional de su compañero.
“Tenía un amor reverencial por la marca y por la historia del periodismo gráfico. Era un cultor romántico del mito de la prensa escrita, uno de los últimos de esa especie”, consideró y dijo además que “el mundo muchas veces le quedaba incómodo. Dejaba todo en el trabajo, esperaba lo mismo del resto y sufría horrores y se enojaba cuando las cosas no eran como pretendía”.
En su carta, también recordó sus inicios junto a Juan:“En esa época escribía notas llenas de datos, emoción y movimiento, desprolijas y vitales, como si tradujera el carrete de diapositivas que le pasaba a toda velocidad por la ventana del (tren)Sarmiento”.
“Su primera gran crónica para Rolling Stone, publicada en 2004, contó el surgimiento de las batallas de rap callejeras antes de la Red Bull, del Halabalusa, del Quinto Escalón y de todo. Algo de ese flow latía en su escritura, pero sería injusto recordarlo solo por su cualidad de difusor y analista del género urbano”, advirtió.
En su mensaje remarcó que,al alejarse de las redacciones, pasó del mundo del Freestyle a las escritas, siendo cofundador de Liga Bazooka junto con Dtoke y Papo.
Nació en Mendoza y desde joven vivió en Buenos Aires, llegó antes de cumplir los veinte, para estudiar y trabajar. En su segundo año de facultad, pasó repentinamente a Rolling Stone y luego de diecisiete años ocupó el despacho de director, donde estuvo seis años y se despidió tras la edición número 250 de la revista.
A parte de estar en el periodismo, fue jurado en FMS, de “El Quinto Escalón” y de varias ediciones de BDLG (Red Bull Batalla de los Gallos). Aportó su conocimiento en podcasts de Red Bull y volcó su pasión en su obsesión más reciente: la historia de las batallas del Freestyle en español, en su libro “Réplica” que iba a publicar a finales de este año.
También dijo su amigo: “El mundo muchas veces le quedaba incómodo. Dejaba todo en el trabajo, esperaba lo mismo del resto y sufría horrores y se enojaba cuando las cosas no eran como pretendía”.
“Murió este fin de semana, a los 43 años, y nos dejó en shock, desolados. El Pity Álvarez decía que era un jedi. Yo lo voy a recordar como un periodista purasangre y un batallador de las grandes ligas. Descansá en paz, Juancho”, lo despidió Pablo Plotkin.
Hace pocos días, en un streaming decía lo siguiente: “amen a sus queridos, a los que le dan amor incondicional. Todas las guerras son mentales, los trabajos, el entorno, es todo mental. No se preocupen por eso, preocúpense por su familia, la vida se pasa rapidísimo y no tiene sentido hacerse problema, por las cosas que no tienen solución”.
